Hace dos
semanas participé en el Congreso de Aprendizaje en Israel.
Entre los
temas abordados, me llamó la atención la conexión entre la disciplina del
asesoramiento organizacional y la pedagogía.
Muchas veces
a la hora de desarrollar un proyecto de Aprendizaje dentro de la organización,
tomamos en consideración distintos aspectos como:
-
Las brechas de conocimiento que se manifiestan en el
análisis de necesidades que realizamos.
-
Los recursos que disponemos para desarrollar el plan
de formación.
-
El presupuesto.
-
La tecnología.
Todos estos aspectos son importantes
sin duda pero ¿cuantas veces olvidamos tomar en cuenta la experiencia que tiene
el empleado en nuestra organización y su experiencia profesional? Lo que lleva evidentemente a la falta de
relevancia de nuestros programas para el empleado, falta de motivación y al
final perdemos los empleados en el camino…
Por eso, nuestras soluciones de
formación tienen que responder a los desafíos que caracterizan los cuatro tipos
de empleados que vamos a ver enseguida.
Todos estamos de acuerdo que la
formación organizacional tiene que ser parte de la estrategia de la empresa
para lograra sus metas. Por eso la
Organización tiene interés en tener entre sus puertas excelentes profesionales.
¿Qué poseen los empleados que
sobresalen?
Las investigaciones muestran que hay
4 componentes de Excelencia al ejercer tu papel dentro de la organización:
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Conocimientos
-
Especialización
-
Relación emocional
-
Conocer la organización
Por otro lado podemos
clasificar los empleados que componen la organización de acuerdo a su
experiencia profesional y experiencia en la organización:
El empleado
Guijarro-es “bonito”, pertenece a su entorno pero “usado”, cada corriente se lo puede llevar. Otra organización puede querer llevárselo. Es difícil
desafiarlo. Por eso lo que más que
necesita de los componentes de la Excelencia son: nuevos conocimientos y
relación emocional. Soluciones
de formación para los Guijarros tienen que ir en el sentido de “enamorarse de
nuevo”, cursos de desarrollo avanzados, acento sobre aprendizaje colaborativo y
que el proceso de aprendizaje sea una experiencia.
El empleado
Arcilla- tenemos que hacer uso de sus bases para moldarle de nuevo y darle una
nueva forma. Lo que más que necesita de los componentes de la Excelencia son: conocimientos
y especialización. Soluciones
de formación para los Arcillas tienen que ir en el sentido de “Rediseño”,
trabajo sobre la percepción de su papel y aprendizaje basado en proyectos.
El empleado
Diamante en bruto- es un empleado con gran potencial pero que hay que
“pulirlo”. Lo que más necesita de los componentes de la Excelencia son: relación
emocional y conocimientos de la organización. Soluciones de formación para los diamantes en
bruto tienen que ir en el sentido de “traje a medida”, formación personalizada basada
en mentoring con personajes claves dentro de la Organización. Es mejor construir con los diamantes en bruto
su plan de formación.
El empleado
tablero vacío- es un empleado que agradecerá lo que le vamos a dar. Necesita los cuatro componentes de la Excelencia:
Conocimiento, especialización, relación emocional y conocimiento de la
organización. Soluciones de formación para los tableros vacíos tienen
que ir en el sentido de “construir fundamentos.
¿Cuántos
Guijarros y diamantes en bruto tenéis en vuestra organización? Sería
interesante intentar clasificar los empleados de tu organización y ver de qué
tipo tenéis más ¿Qué consecuencias tienen a la hora de desarrollar planes
formativos?