" The whole purpose of education is to turn mirror into windows" Sydny J. Harris

lunes, 18 de junio de 2012

Sobre los guijarros, las arcillas, los diamantes en bruto y los tableros vacíos…


Hace dos semanas participé en el Congreso de Aprendizaje en Israel.

Entre los temas abordados, me llamó la atención la conexión entre la disciplina del asesoramiento organizacional y la pedagogía.

Muchas veces a la hora de desarrollar un proyecto de Aprendizaje dentro de la organización, tomamos en consideración distintos aspectos como:

-         Las brechas de conocimiento que se manifiestan en el análisis de necesidades que realizamos.

-         Los recursos que disponemos para desarrollar el plan de formación.

-         El presupuesto.

-         La tecnología.

Todos estos aspectos son importantes sin duda pero ¿cuantas veces olvidamos tomar en cuenta la experiencia que tiene el empleado en nuestra organización y su experiencia profesional?  Lo que lleva evidentemente a la falta de relevancia de nuestros programas para el empleado, falta de motivación y al final perdemos los empleados en el camino…

Por eso, nuestras soluciones de formación tienen que responder a los desafíos que caracterizan los cuatro tipos de empleados que vamos a ver enseguida. 

Todos estamos de acuerdo que la formación organizacional tiene que ser parte de la estrategia de la empresa para lograra sus metas.  Por eso la Organización tiene interés en tener entre sus puertas excelentes profesionales.

¿Qué poseen los empleados que sobresalen?





Las investigaciones muestran que hay 4 componentes de Excelencia al ejercer tu papel dentro de la organización:





-         Conocimientos
-         Especialización
-         Relación emocional
-         Conocer la organización
Por otro lado podemos clasificar los empleados que componen la organización de acuerdo a su experiencia profesional y experiencia en la organización:


El empleado Guijarro-es “bonito”, pertenece a su entorno pero “usado”, cada corriente se lo puede llevar.  Otra organización puede querer llevárselo.  Es difícil desafiarlo.  Por eso lo que más que necesita de los componentes de la Excelencia son: nuevos conocimientos y relación emocional.  Soluciones de formación para los Guijarros tienen que ir en el sentido de “enamorarse de nuevo”, cursos de desarrollo avanzados, acento sobre aprendizaje colaborativo y que el proceso de aprendizaje sea una experiencia.
El empleado Arcilla- tenemos que hacer uso de sus bases para moldarle de nuevo y darle una nueva forma. Lo que más que necesita de los componentes de la Excelencia son: conocimientos y especialización.   Soluciones de formación para los Arcillas tienen que ir en el sentido de “Rediseño”, trabajo sobre la percepción de su papel y aprendizaje basado en proyectos.

El empleado Diamante en bruto- es un empleado con gran potencial pero que hay que “pulirlo”. Lo que más necesita de los componentes de la Excelencia son: relación emocional y conocimientos de la organización.  Soluciones de formación para los diamantes en bruto tienen que ir en el sentido de “traje a medida”, formación personalizada basada en mentoring con personajes claves dentro de la Organización.  Es mejor construir con los diamantes en bruto su plan de formación.

El empleado tablero vacío- es un empleado que agradecerá lo que le vamos a dar.  Necesita los cuatro componentes de la Excelencia: Conocimiento, especialización, relación emocional y conocimiento de la organización.  Soluciones de formación para los tableros vacíos tienen que ir en el sentido de “construir fundamentos.

¿Cuántos Guijarros y diamantes en bruto tenéis en vuestra organización? Sería interesante intentar clasificar los empleados de tu organización y ver de qué tipo tenéis más ¿Qué consecuencias tienen a la hora de desarrollar planes formativos?